Aunque no lo parezca, encontrar el calzado correcto es una tarea que requiere paciencia y dedicación. En los cánones de la moda existe el acuerdo colectivo implícito de que los zapatos son uno de los elementos que tienen el potencial de complementar o de arruinar el atuendo de las personas; por eso es tan decisivo elegir la combinación correcta.
Entre casual y formal existe mucha diferencia, y justo este es el ejemplo más común sobre cómo una mala elección de zapatos arruina todo el trabajo y esfuerzo del resto de la vestimenta, sin importar la tendencia del estilo ni la firma del diseñador detrás del outfit.
Los zapatos son mucho más que una prenda de moda. El par que llevas puede decir mucho sobre tu personalidad, tus gustos, e incluso sobre tu higiene y la atención que le dedicas a tu apariencia.
Afortunadamente, existen algunas estrategias que puedes implementar para armar un guardarropa con prendas low-cost y lucir increíble. Ojo: No se trata simplemente de ahorrar dinero, sino de invertirlo de forma que obtengas el mayor provecho de él, así que no pagues sólo por la marca, revisa también aspectos como los materiales de elaboración, los procesos de calidad y la comodidad y salud que puedes obtener al portarlos. Verifícalos preguntándote la siguiente lista de cuestiones antes de elegir tu próximo par:
¿Qué uso les vas a dar?: ¿Cuándo, dónde y para qué usarás el calzado? Partiendo de las respuestas a estas preguntas puedes definir los detalles y las características que debe poseer el par, antes de que decidas llevarlo contigo a casa. Si los piensas portar en una ocasión casual puedes usar cordones o jugar con el diseño del empeine; sólo recuerda que entre más gruesos sean los cordones más informal es el calzado. Por otra parte, si se trata de una ocasión muy formal, los mocasines o algún par sin cordones son la opción indicada.
Temporalidad: Los factores ambientales o del entorno también son importantes para decidir qué tipo de calzado comprar. En invierno, cuando las temperaturas son muy bajas, lo mejor es utilizar un par grueso y térmico; en cambio, para el verano y sus altas temperaturas es mejor un calzado delgado y de fácil transpiración. Este punto está relacionado con el siguiente: El material.
Material: Un aspecto muy importante en el que vale la pena poner atención. Por regla general debes buscar materiales que permitan la transpiración de tus pies para evitar el desarrollo de hongos y de malos olores. También toma en cuenta la comodidad. Algunos materiales son muy rígidos y no se ablandan con el tiempo, mientras que otros zapatos pueden hacerte sentir que caminas sobre las nubes, por ejemplo, los elaborados de piel auténtica.
Medidas del pie: Un zapato del tamaño adecuado para ti se distingue del resto por sostener tu pie dentro de sí sin permitir que se deslice, pero sin apretarte. Así debe funcionar el calzado. Asegurarte de llevar un par de la talla correcta es importante no sólo por la comodidad, también lo es por salud. Un zapato de medida muy grande aumenta el riesgo de lesionarte al caminar, mientras que un calzado muy ajustado puede provocar malformaciones óseas en tus pies. Cuando estés probándote calzado toma en cuenta la longitud, ancho y volumen (altura del empeine) de tu pie para seleccionar la medida correcta.
Colores: Tu calzado debe ser cómodo pero también debe verse bien, pues estar a gusto con tu look está directamente relacionado con tu autoestima y tu confianza al desenvolverte. Cualquiera que sea el estilo de tus zapatos, deben combinar con tu vestimenta. Los básicos son el color negro y el color café, nunca te van a fallar. Pero si quieres diversificar busca un par en color plata, gris oxford o azul marino.