La limpieza y el mantenimiento que requiere el calzado es diferente a la que normalmente le das al resto de prendas que hay en tu guardarropa. Esto se debe a que, usualmente, es difícil notar si se encuentran o no en buenas condiciones, sino hasta el momento de usarlos, lo cual permite que acumulen polvo, suciedad y la formación de manchas.
Por su color, su estilo, las ocasiones especiales que has vivido portándolos o simplemente porque has invertido algo de dinero en ellos, seguro quieres alargar lo más que sea posible la vida útil de tus zapatos, sobre todo de ese par que es tu favorito para usar diariamente.
Para lograrlo debes darles mantenimiento constante, incluso con más atención que al resto de tus prendas y accesorios. El punto de partida para conservarlos correctamente es tomar en cuenta el material con el que están fabricados. Aunque todos los materiales de elaboración requieren de cuidados básicos como la limpieza del polvo, la ventilación y evitar deformarlos, el calzado de piel requiere diferente tratamiento, comparado con el sintético o con el calzado deportivo.
Para mantener en buenas condiciones tus zapatos de piel elimina la suciedad frecuentemente con un trapo seco o un cepillo de cerdas suaves. Cuando estén limpios aplica una capa suave de vaselina o producto especial para hidratar calzado de cuero para mantenerlos hidratados y flexibles.
Pon especial atención en las áreas de mayor inflexión, con el uso y el tiempo comienzan a presentar grietas. También puedes aplicar tintes para que siempre luzcan como nuevos.
Otro aspecto importante es que consideres la sensibilidad de la piel al calor. Evita exponerlos a altas temperaturas.
Cuando usas el mismo par de zapatos todos los días, estos inevitablemente se desgastan más rápido, sin importar que los limpies diariamente a detalle. Para alargar el tiempo de vida útil incluso de ese par, te recomendamos alternar con otro calzado.
Recuerda que el uso continuo de un mismo par de zapatos dificulta la ventilación y la oxigenación tanto del pie como del calzado, lo que puede derivar en problemas de salud y sudoración, que provoca el desarrollo de hongos, gérmenes y otras bacterias.
El uso de desodorante en talco o spray para calzado puede ayudarte a prevenir el desarrollo de enfermedades y mantener en buen estado esa sensible zona de tu cuerpo.
El uso desmedido del calzado es casi tan dañino como el usar el calzado incorrecto en tus actividades. Lo recomendable es elegir los zapatos adecuados para cada actividad. El material y diseño de los zapatos que piensas usar deberían ser aspectos tomados en cuenta al planear tus actividades cotidianas
En pocas palabras, cuidar tu calzado es sinónimo de cuidar tus pies. Pocas cosas son tan incómodas como pasar un día caminando o en el trabajo con un par de zapatos molestos, que no permitan a tu pie transpirar y al final del día desprendan olores desagradables, aunados al cansancio y dolores indeseables.